Uno de los beneficios de la fertirrigación es la posibilidad del aporte nutricional del cultivo con el uso racional de fertilizantes mediante la dosificación de estos en el agua de riego. Esa dosificación de fertilizantes no puede realizarse directamente con el producto sólido, es por eso por lo que siempre debe realizarse mediante liquido dentro de una red de agua a presión.
Por ese motivo todo sistema de fertirrigación debe disponer de una o más soluciones nutritivas denominadas soluciones madre.
Existen diversos métodos para la obtención de dicha solución:
- La primera es la más simple pero no al alcance de todo agricultor. Estamos hablando de la compra de fertilizantes a la carta o líquidos. Para ello es necesario encontrarse cerca de una industria que lo fabrique y la distancia de la fábrica hasta la explotación agrícola no sea elevada ya que eso provocaría grandes costes de transporte que incrementarían el precio del producto enormemente.
- La mejor opción y lo que ocurre la mayor parte de las veces, el agricultor compra el fertilizante “cristalino” o soluble i lo disuelve en agua confeccionando el mismo la solución madre para posteriormente inyectarla en el agua de riego. Esto crea la necesidad de disponer un sistema que permita crear esta solución invirtiendo el mínimo tiempo y la menor energía posibles. A pesar de ello, suele ser la opción más económica.
El agua de riego
Antes de crear una composición para nuestra solución es de vital importancia conocer y comprender las características del agua de riego para elaborar una correcta “sopa” con los fertilizantes adecuados. Un análisis del agua determinara su conductividad, pH, dureza del agua y el contenido de sodio de las diferentes sales que contiene.
También es importante tener en cuenta el cloro que contiene ya que este puede provocar atascos al precipitar bicarbonato con sulfato, lo que puede evitarse si el agua de riego mantiene cierta acidez.
Solución Madre
La creación de soluciones más concentradas permite la dosificación de más unidades fertilizantes es por ello por lo que debemos determinar qué sistema vamos a utilizar. El uso individual de cada uno de los fertilizantes o la utilización de soluciones con menos productos no permitirá disponer de soluciones más concentradas, por lo tanto, el uso de depósitos más reducidos, un augmento de la precisión, reducción en el gasto de abonos y una pérdida mucho inferior de nutrientes por lixiviación, por lo tanto, una mejora medioambiental.
Incompatibilidades entre abonos
Compatible
Compatibilidad limitada
Incompatible
Entonces hay que plantearse que producto vamos a introducir en los tanques dependiendo de si la inyección va a realizarse de manera simultánea o secuencial. La mezcla de todos los productos no es posible ya que existen algunos productos que no puede ser mezclados en concentraciones elevadas, como calcio, magnesio (o como ocurría don el hierro en el pasado), con sulfatos i fosfatos. Así que debemos determinar que sistema vamos a utilizar.
- Dosificación de una solución madre con todos los nutrientes en las proporciones ideales para el cultivo
- Dosificación de fertilizantes simples, uno a uno de forma individual.
- Con el denominado “Sistema Almeria”. Con dos depósitos separando los elementos incompatibles entre si pero con una alta concentración en gran parte de los fertilizantes. Todos los elementos mezclados en un solo deposito han de ser aplicados de forma proporcional i no se puede cambiar el equilibrio por lo que es un sistema poco optimo si se quiere aplicar a diferentes tipos de cultivos.